Junto a él

No me dí cuenta cuando dejé de tener frío, estaba en el sofá y ya me sentía mucho mejor.
Sí.Agradecí el contato con su piel, lo echaba tanto de menos.
Me terminé de curar, me puse una venda y guardé de nuevo todo en el pequeño botiquín.
Edward subió otra vez a dejarlo, y volvió rápido y veloz para sentarse junto a mí.
Miré al frente cuando le susurré:
Si hablo con Bianca prometeme que no vas a intervenir.La palabra hablar no era la adecuada para los planes que tenía en mente, pero tampoco quería que Edward se alterase por ello.

Cantidad de envíos : 335 Fecha de inscripción : 30/06/2009

Te lo prometo. Le dije seguro de mi mismo. Ella le contaría lo que ha pasado y yo no tendría que decir nada.
¿Quieres que te acompañe? Le pregunté. Pensaba preguntarle si quería que la avisase yo, pero era mejor que no me acercara.
Miré atentamente su rostro, parecía que tramaba algo pero no entendía el que.

No, por favor. Quedate aquí.Susurré mientras me incorporaba.
Me incorporé como pude, notando un pequeño pinchazo molesto en el pie donde tenía la herida.
Creí que por un momento adivinaría mis pensamientos y que me retendría, pero no fue así, él asintió y me dejó marcharme hacía el piso de arriba.

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Me puse muy tenso cuando Bella atizó a Bianca. Había prometido no meterme pero si esto seguía así debía faltar a la promesa. Escuché todo lo que dijeron hasta que al fin, Bella salió de la habitación. Bajando por las escaleras la oí llorar y me dirigí hacia ella a abrazarla.
Bella, tranquila. Le susurré. Olvida que existe y ya está. Murmuré una y otra vez.
Cuando por fin se tranquilizó, se tumbó en el sofá mientras reposaba la cabeza en mis piernas.
¿Sabes que estás muy sexy cuando te enfadas? Susurré con una sonrisa.

Me sentí muy aliviada en cuanto los brazos de Edward me rodearon, por lo menos alguien me apoyaba en esta vida.
Suspiré.
Nos sentamos en el sofá, a la espera de que empezaramos a hablar.
Puse los ojos en blanco, él siempre hacía que me sinntiera un poco mejor.
Quizás me debería enfadar más a menudo.Me propuse a mi misma sonriendo.
Le acaricié el rostro, él hacía que mi vida tuviese sentido, ¿Qué haría sin él?.

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Bueno aunque... prefiero verte sonreír. Dije mirando sus ojos color chocolate.
Me pregunto... Murmuré y me callé. Al principio no hizo caso a mi comentario pero luego me miró con curiosidad y yo sonreí.
Me pregunto que excusa le va a poner a Charlie. Cuando la vea mañana con la mejilla morada no se que va a pensar. Dije riéndome.
Cogí su mano acariciando dulcemente sus dedos recordando que con esa misma mano había golpeado a su prima.

Bueno...le puede decir la verdad.Repuse mirando hacia las escaleras.
Pasó un buen rato, estuvimos en silencio, solo se oía la lluvia y un pequeño ruido procende de mi respiración.
Lo más extraño es que Charlie no se se ha despertado.Me reí recordando, enseguida se me puso un nudo en la garganta recordando las duras palabras de Bianca, <<Edward besa muy bien>>.
Me encogí ante aquel recuerdo.

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Los dos permanecimos en silencio hasta que ella se estremeció. ¿Que es lo que va mal? Le pregunté resignado.
Busqué algo en la conversación que le hubiese molestado pero no había ocurrido nada para que se pusiera así.
Bella se ruborizó, pero no de la manera que lo hacía siempre, ahora lo hacía con tristeza, con desgana.
Odiaba no poder leer su mente, era una de las cosas que más me frustraba. Nunca sabía como iba a reaccionar, era como si su mente estuviera cerrada para mi.

Acaricié sus labios, esos labios que habían probado el sabor de la venganza.
Me encogí de nuevo.
No pasa nada.La voz se me quebró dos veces.
Necesitaba hablar con alguien, alguien que me diese consejo sobre que debía hacer.
Me incorporé, lo abracé y le susurré en el oído:
¿Te gusto ese beso?.

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¿Que? Dije al instante. Esa pregunta no me la esperaba. ¿Que si me gustó? Era una pregunta difícil de responder.
Por un lado estaba su olor. El rozar sus labios hacia que mi sed aumentara considerablemente. Su olor... Me tensé.
Pero Bella no se refería a eso. No se refería a su sabor si no a ella misma, a Bianca.
Bella, yo te quiero a ti. No sentí lo mismo cuando me besó ella por que no había ningún sentimiento. Dije intentando transmitir seguridad.

Hice caso omiso a su respuesta, no me importaba que era lo que pensara de ella...
Le besé como nunca antes lo habría echo y no dejé que me apartase de sus labios.
Nunca había intentado que no se apartase, pero ahora no se lo permití.
Espero que este beso te haya gustado más.Jadeé en busca de aire.
Le besé con un poco más de dulzura a la espera de que me contestase.

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Mmm... Medité en voz alta para enfurecerla un poco más. Bella, a veces haces que se me olvide que soy un vampiro. Susurré sonriendo.
Bella... Querías saber que sentí besando a Bianca, ¿No? Pregunté tenso.
No me hacia demasiada gracia lo que iba a decir pero era la única forma de que entendiese mi lugar y mis pensamientos, o por lo menos que se hiciese una idea.

Sonreí a la vez, esa idea me gustaba.
Me puse tensa, igual que él, cuando escuché esa frase.
Me dí la vuelta y me senté bien en el sofá.
Asentí dudosa, al no saber si su respuesta me haría más daño del que tenía acumulado o no.
Le puse mi mano junto a la suya, de modo que tendría alguna cosa en la que mirar cuando me dijese toda la verdad.

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¿Que sentirías tu al besar a Jacob Black? Le pregunté estremeciéndome ante la idea. Yo no podría soportar ver eso pero la perdonaría por que la amo.
pero ¿Ella que sentiría por su gran amigo? ¿Que sucedería?
Si me contestaba a esa pregunta, solucionaba varios problemas a la vez.
Por una parte ella comprendería mi forma de pensar y por otra... Bueno depende lo que contestar debería pensar si deshacerme de ese chucho.

Oh.Murmuré.
Ahora podría llega a entender como se sentía. Aunque Jacob no me gustase, ni lo iva hacer nunca, si me besara no sentiría nada porque no sería la persona que más amaba del mundo.
Le miré a los ojos:
Creo...creo que ya te entiendo.Susurré.
Me fuí resbalando poco a poco hacía la derecha, hasta que acabé apoyada en su hombro

Vagabundeé por mi habitación dando vueltas intentando que se me ocurriera algo para fastidiar a Bella.
Bajé a la cocina pasando por el salón sin decir nada, cogí un vaso de agua y lo subí a mi habitación.
Lo siento mucho Bella... Murmuré en un susurró, y tiré el agua del vaso al ordenador.
<<Uy, se ha estropeado.>> Pensé y bajé corriendo al salón.
Esto... Bella se me ha caído agua al ordenador. Lo siento mucho prima. Después desvié mi mirada hacia él.
Hola Edward. Sonreí ruborizándome.

De pronto Bianca vino junto a nosotros:
¿Que has hecho qué?.Grité enfurecida.
Ella era capaz de cualquier cosa, hasta de romper objetos , si con eso bastaba para conseguir lo que quería.
Respiré hondo para intentar calmarme.
Quitate inmediatamente de mi vista.Le ordené mientras la empujaba para correr hacía mi habitación.

Eh, claro primita.
Quería decirte también que tengo buenas noticias. Canurreé con alegría.
Se ha salvado el ratón del ordenador. En ese mismo instante se lo tiré golpeando contra su pecho con fuerza. Hay lo tienes. Encendí la televisión mientras me sentaba en el sillón que quedaba al lado de Edward.
Ha sido sin querer, I-sa-be-lla. Dije separando su nombre para fastidiarla aun más.
Miré el rostro de Edward. Él la había cogido de la mano para tranquilizarla pero no hacía demasiado efecto.

El golpe me dolió bastante, ya que el ratón era de metal muy duro y fuerte.
Me rodeé el troso con el brazo que me quedaba libre.
Edward me sujetaba las muñecas, y no me podía mover.
Todo esto lo hacía para vengarse de mí, claro.
Sueltame.Le grité histerica, todo esto me superaba, ya no podía más.

¡Eso sueltala, Edward! Dije incorporandome y acercándome a ella sin vacilar.
Bella tu no harías daño ni a una mosca. Dije riéndome. Por cierto, le voy a decir a Charlie cuando se despierte que el golpe que tengo en la cara es tuyo. Me carcajeé en su cara.
Edward se puso en ese momento delante de ella.

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Vi como Bianca se le acercaba y tenía miedo por Bella. Si se peleaban podría resultar herida y yo tenía que evitarlo.
¡Bianca, basta! Gruñí. Ella no se esperaba mi reacción y por lo visto Bella tampoco por que dejó de intentar deshacerse de mis manos que la sujetaban.
Por favor, vete... Dije en un susurro. Ella vaciló pero no se quería ir. Se sentó en el sillón mirando la televisión en silencio sin hacer ningún comentario.

Suspiré y miré a Edward, si ella no se quería ir no iríamos nosotros dos:
Esta bien, Bianca...Comencé.Si tu no te vas nos iremos nosotros, pero tu dormirás en el sofa...que duermas bien.Susurré sonriendo.
Ah, se me olvidaba. Musité mientras cogía la almohada y se la tiraba a la cara.
Buenas noches.Cogí a Edward de la mano y lo arrastré hacía las escaleras.