Ambiciones peligrosas

Tema: Ambiciones peligrosas Dom 15 Nov 2009, 12:12

Terminamos de cenar y yo me subí a mi habitación mientras que Bianca decidió ver un poco más la televisión.
Organicé todo lo que había comprado para Kira, y le dí de comer.
Saqué el precioso vestido verde de su caja y me lo volví a probar.
Me miré al espejo y sonreí, me gustaba como me quedaba y aunque yo no solía ponerme vestidos, me lo pondría para la fiesta que Alice me había preparado para mi cumpleaños.
Me puse mi pijama y guardé el vestido para extrenarlo al día siguiente.
Abrí la ventana, cogí la manta que yacía en la cama y me recosté contra el marco de la ventana, necesitaba sentir el aire fresco de la noche, necesitaba recapacitar sobre lo que me había contado Bianca hacía unos pocos minutos.

Tema: Re: Ambiciones peligrosas Dom 29 Nov 2009, 07:45

Pensaba que estarías dormida. Murmuré con un débil susurro. Esta vez no se asustó, esperaba mi llegada. Levanté su cuerpo suavemente del marco de la ventana y lo dejé caer sobre la cama.
Ella me miraba fijamente como siempre hacía cada vez que me veía.
Hola. Susurré mientras acariciaba su rostro con sumo cuidado.
Me tumbé a su lado, apoyé mi espalda contra la pared de la cama y ella se recostó en mi pecho.
Aspiré su dulce aroma que embriagaba toda la habitación. Me costaba mucho soportarlo, pero valía la pena con tal de estar a su lado.

Tema: Re: Ambiciones peligrosas Dom 29 Nov 2009, 08:36

Estaba casi dormida cuando Edward me llevó a mi cama.
Te estaba esperando.Cerré los ojos acurrucandome en su pecho.
Cogí su mano, que acariciaba mi rostro, y la apoyé contra mi cara.
Creí que te había pasado algo, nunca llegas tan tarde. Estaba...preocupada.Admití ahora respirando tranquila.
Seguí acariciando su mano mientras que cada vez estaba más y más cansada.

Cantidad de envíos : 335 Fecha de inscripción : 30/06/2009

¿Te preocupas de que esté bien un vampiro? Musité con cierto sarcasmo en el tono. Yo me preocupaba de cada paso que ella daba, en cierta forma, tenía sentido. Ella era tan solo una humana, demasiado frágil y patosa para este mundo, si. Pero que ella se preocupara por mi... No tenía ningún sentido. Ella me miró confusa. Muchas veces me miraba de esa forma, como si hubiese algo que no comprendiera y sin pensar en que yo me daba cuenta de cada detalle al ser un vampiro, pero yo nunca entendía sus reacciones.
Observé como sus dedos rozaban la palma de mi mano. Era una sensación agradable que nunca olvidaría. Aquél día en el claro... Todo había cambiado desde entonces. Yo había entrado en su vida como ella había entrado en la mía, pero con diferentes resultados. Mi presencia le acabaría haciendo daño y eso yo no lo podía soportar, pero no tenía el suficiente valor para convencerme de que era malo para ella, no había ningún motivo...

Supongo que sí... Sus labios se convirtieron en una sonrisa burlona.
Siguió sonriendo, imaginé que estaría pensando en algún atrayente recuerdo.
Al lado de la puerta, Kira descansaba sobre su nueva cesta dorada, llegaba a escuchar su respirar profundo desde aquí.
Un golpe sordo invadió completamente mi habitación, la ventana se había abierto por culpa del viento.
Un escalofrío recorrió toda mi piel al escuchar como los cristales chocaban suavemente contra las paredes.
Aparté la ropa de la cama y me levanté rápidamente, pasé por el lado de Kira, se había despertado por el inesperado ruido.
Una repentina intuición me hizo acercarme a las cristaleras, escuché unos leves aullidos que provenían del interior del bosque.
Me quedé quieta, muy rígida, no creía haber escuchado lobos cerca de aquí.
Cogí a Kira en brazos y me dirigí de nuevo hacia la cama.
¿Hay... hay lobos... ahí fuera? Tartamudeé asustada por si se acercaban demasiado.
Edward acarició a Kira, mientras yo me aferraba a su brazo, escuchando en la lejanía los aullidos del bosque.
Esos aullidos me habían asustado, pero a su vez también me habían atraído en cierto modo...

Cantidad de envíos : 335 Fecha de inscripción : 30/06/2009

Me acerqué a la ventana sigilosamente y aparté a Bella de ella. Cerré la ventana asegurandome que no se volviera a abrir. <<Estúpidos chuchos>> Pensé para mi mismo. Me tumbé junto a ella acurrucándola en mi regazo y medité una buena respuesta.
Bueno... No soy la bestia más peligrosa que hay en este bosque. Los dos permanecimos en silencio. Bella se quedó pensativa, supongo que reflexionando sobre mis palabras así que le pedí una última cosa. Prométeme que no irás al bosque, por lo menos no sin mi. Susurré atemorizado. Los licántropos eran bestias muy inestables y solo imaginar que uno de ellos se podría acercar a ella...

Medité por unos segundos la posibilidad de ir al bosque a comprobar si era cierto que existían lobos tan cerca de aquí, era una idea arriesgada, así que la olvidé rápidamente al recordar la presencia de Edward.
Me acomodé en su regazo y me volví a tapar con todas las mantas.
No iré te lo prometo . Aseguré mirandolo a los ojos.
Él asintió, luego me besó el pelo y me dejó que descansara dulcemente sobre su pecho.
Cerré los ojos y volví a pensar en los misteriosos lobos del bosque, algo allí me atraía, pero no tenía sentido... era arriesgado.
Así que decidí apartar ese tema de mi mente y concentrarme en uno menos peligroso como por ejemplo mi fiesta de cumpleaños de mañana.
Lo último que logré escuchar antes de sumergirme en mis sueños fue un leve Te quiero ...