Junto a la orilla...

Tema: Junto a la orilla... Lun 29 Mar 2010, 06:23

¿No te gustaría darte un baño en el soleado Rio Nilo? Murmuré con aire tentador. Seguí corriendo pero esta vez más lentamente hasta llegar a la orilla del Río. Me había alejado bastante por que no quería que nos encontráramos con nadie, aunque claro, siempre podíamos bucear y no nos verían. El sol hacía que la piel nos reluciera como diamantes, no me acababa de acostumbrar a ello, siempre estábamos escondidos del sol, y cuando salíamos me sentía extraño.
Dejé a Rose en la orilla y me senté a su lado. La miré fijamente, sus ojos dorados resplandecían al igual que su piel, pero de una manera dulce y embriagadora. Ella apoyó su rostro en mi pecho y yo la besé en el pelo aproximándome a su labios lentamente.
Nuestros labios se unieron de nuevo con pasión y aproveché ese momento para decirle algo que siempre había tenido claro.
Te quiero, Rose. No se lo que hubiera sido de mi sin ti.

Tema: Re: Junto a la orilla... Mar 30 Mar 2010, 06:16

Me aliviaba saber que le gustaba esta vida, me alegraba saber que era feliz.
Me sentí muy egoísta y culpable durante un tiempo al pedir a Carlisle que lo transformara para mi, pero desde el primer momento en que le vi... Sentí algo diferente, algo que no había sentido nunca. Sentí la necesidad de estar con él para siempre.
Comida para osos. Dije divertida. Tal vez yo le había salvado de morir a manos de un oso, pero el me había salvado de muchas mas cosas. Me había salvado de mi misma... Él me hizo vivir de otro manera esta 'vida'.
El agua tiene buena pinta...¿no nos íbamos a dar un baño? Murmuré mientras me levantaba.

Tema: Re: Junto a la orilla... Mar 30 Mar 2010, 07:38

Las damas primero. Murmuré abriéndole camino hasta el Río. El agua era cálida aunque nuestra piel no lo notara, al igual que los rayos del sol. Rose se adentró caminando como una modelo en una sesión de fotos, aveces me preguntaba si lo hacía a propósito o no se daba cuenta. Yo me acerqué a ella con paso vacilante mientras ella entrelazaba sus manos alrededor de mi cuello.
Uno de los motivos que había elegido este viaje eran las fabulosas temperaturas que habían, ya sabía que nosotros no las sentiríamos pero si se podían ver. Podías ver otro tipo de fauna y vegetación además de que era un lugar completamente diferente a Forks, eran la noche y el día. Yo prefería la noche, pero de vez en cuando necesitaba un poco de "vida".
Miré a lo alto de una palmera. Habían unos cuantos cocos colgando. <<Si estuviera aquí Jasper hubiésemos echo un concurso de quien se aburre antes partiendolos>> Era extraño no tener a la familia cerca, nunca había pasado eso. Acerqué a Rose a mi y deslicé mis labios por su cuello hasta llegar a la boca, y luego sonreí inocentemente.

El agua, como siempre, estaba perfecta, a la temperatura ideal. Algo bueno de los vampiros era que no notábamos apenas los cambios de temperatura.
Te hecho una carrera hasta el otro lado del río. Murmuré con tono vacilante. Se que echaba de menos esas cosas, a la familia...Yo también lo hacía.Ademas un poquito de acción nunca venía mal.
El acepto entusiasmado. Pensé en hacer trampas para hacerlo mas divertido. Me pondría en marcha antes de llegar al dos.Preparados... Listos... Pero en ese momento, como si hubiera leído mis pensamiento se me adelanto.¡Eh! ¡Eso no vale! Grité aunque sabía que me oía perfectamente.
Me sumergí bajo el agua. Siempre me había gustado mas bucear, me sentía más veloz. Ademas de esa manera le costaría mas observar por donde iba.
Quedaban pocos metros, pero podía escuchar el veloz chapuceo de sus brazos. Estaba muy cerca de ganar. Pero entonces buceé con mas fuerza hasta salir a la superficie. Tocamos tierra a la vez. Eso no te lo esperabas. Reconocelo. Murmuré satisfecha mientras me sentaba en el borde la superficie sumergiendo parte de las piernas. Intenté secarme un poco el pelo pero el sol se encargaría de todo. Parecía que hoy brillábamos mas que nunca.

Me reí después de sus palabras. No. No me lo esperaba, pero no pensaba reconocerlo.
Eso es hacer trampas. Refunfuñé algo distraído.
Ella me miró frustrada y me dijo que yo no había puesto reglas, así que no era ninguna trampa. Resoplé y la besé suavemente. Nuestros reflejos plateados bañaban todo el río de luz. Ella me agarró del cuello y acercó su cuerpo al mío, entrelazándonos como si fuésemos solamente uno.
La noche llegó demasiado pronto y tuvimos que regresar a la cabaña.
¿Te apetece dar una vuelta por la ciudad mañana? Lo cierto es que había una tienda de deportes en el centro, y parecía curiosa... Ella me miró con el ceño fruncido. Sabía perfectamente lo que le pasaba.
El burka no es para tanto... Ella me lanzó una mirada envenenada y otra al burka que reposaba sobre la cama.
Está bien, tengo una idea. ¿Que te parecería... volver a casa? Bueno, ya se que está prohibido y que nadie puede estar allí, pero por eso mismo tiene su morbo. Dije con una mirada seductora. La casa para nosotros solos... Repetí y ella me miró atentamente, no entendía si eso era bueno o malo, pero no me dio tiempo a preguntarlo ya que ella habló...

Dar una vuelta a la ciudad... no era un plan que llamara mucho la atención. Odiaba salir tan tapada...me sentía como en una pequeña prisión sin ventanas.
Seguí pensando en esa opción, en alguna manera de no llamar la atención intentando prescindir del burka y demás.
Entonces escuché algo mucho mas convincente. << Volver a casa...>>
Sabes que me encantan las cosas prohibidas.Murmuré en una sonrisa, aunque cualquiera opción fuera mejor que la anterior, esta idea me parecía perfecta.
Me encantará volver a nuestro hogar. Esas palabras sonaron muy reconfortantes. Aquél lugar tan húmedo era perfecto y acogedor para alguien como nosotros.
Por otro lado pensaba en lo que sentiría cuando llegáramos. La casa estaría tan vacía...
¿Cuando nos vamos? Pregunté buscando una pequeña salida a mis pensamientos.

Tema: Re: Junto a la orilla... Miér 05 Mayo 2010, 06:45

Cuando tu quieras. Ya sabes lo fácil que es para un Cullen conseguir un par de billetes de avión. Murmuré con voz tentadora. La verdad es que ahora me parecía mucho mejor la idea que en mi mente. Parecía perfecta. Estaba claro que era idea mía.
Sonreí contento de mi mismo y Rose me miró con curiosidad.
Nada, nada. Me reí fugazmente.
Rose ignoró mis paridas y se acercó a mi para besarme. Como me conocía... ella era mi punto débil. Por la única persona, a parte de mi familia, que daría mi vida.
Entonces, ¿Cuándo nos vamos? Le pregunté para prepararlo todo.

Tema: Re: Junto a la orilla... Vie 21 Mayo 2010, 13:12

Bueno mirándolo de esa manera... Murmuré pensando en todas las posibilidades. Tenía razón, conseguir un billete de avión era algo demasiado fácil para un Cullen. Un vampiro tiene mucho tiempo por delante, pero en este momento me apetecía no perder más. Vayámonos ya. Exclamé con mas entusiasmo del que pretendía. Durante unos segundos me miró algo extrañado. Si me refiero a ya. Murmuré entonando la ultima palabra con una sonrisa. Le robé un beso y agarré con fuerza su mano, de la que jamás me separaría, y nos dirigimos hacía el hotel. Esta vez decidimos coger el ascensor, para parecer un poco mas humanos.La puertas estaban a punto de cerrarse cuando entró una mujer de mediana edad. Miró a Emmett de arriba a bajo. Todas las mujeres lo solían hacer, pero ella lo miraba de forma distinta...Pareció que el también se dio cuenta.

Tema: Re: Junto a la orilla... Vie 18 Jun 2010, 06:15

Subimos al ascensor del hotel, no queríamos llamar la atención. Aunque me habría gustado ver las caras de los recepcionistas al vernos subir por las escaleras a nuestra velocidad. Seguramente hubiesen sacado antorchas como hacían antiguamente y nos hubiesen intentado quemar, cosa que nunca conseguirían. Las puertas se cerraron lentamente, a nuestro lado había una mujer mayor, me llamó la atención por que no era africana, al contrario, su piel era bastante blanca y sus ojos eran azules intensos, como el choque de las olas contra la orilla del mar. Su mirada era desafiante y me miraba fijamente, como intentando averiguar algo que no lograba entender. Lo cierto es que estaba acostumbrado a que me observaran como si fuese una divinidad, igual que a Rosalie, pero esta vez era diferente. Ella no me miraba con envidia y miedo, como hacían todos, ella me miraba como si me conociera, como si hubiese averiguado nuestro secreto. Los humanos normales, al aguantarles yo la mirada, se ponían tensos y evitaban mirarme, pero ella no, ella no paraba de mirarme.
Eres... Comenzó a decir con voz trémula, pero no por el miedo, sino por su avanzada edad.
Eres Emmett Mc Carthy, ¿Verdad?
Sentí como Rose aguantaba la respiración y yo hacía lo mismo. ¿Esa mujer me conocía? Era imposible... Cualquier persona que me hubiera conocido había muerto hace años.
Lo siento señora, creo que se equivoca. Mascullé con tono serio y sin ningún atisbo de duda.
No. No me equivoco, estoy segura. Dijo ella demostrando más fuerza y coraje que ningún humano me había demostrado.
¿Quién eres? Pregunté yo esquivando la pregunta.
Justo en ese momento el ascensor se paró, y sus puertas se abrieron para darnos paso a nuestra planta.
Rosalie no dudó y salió del ascensor, ella sabía que lo mejor era guardar nuestro secreto, y debíamos irnos. Yo seguía mirando a esa anciana y de alguna forma, necesitaba hablar con ella, pero no debía hacerlo. Me di la vuelta y comencé a salir del ascensor, pero una mano abrasadora me agarró de la muñeca. Sentía los latidos de su nervioso corazón y deseaba aclarar las cosas. Miré a Rose para que entendiera lo que pretendía, en algunas ocasiones, con una mirada nos lo decíamos todo.
Volví la vista a la anciana y musité:
Sígame. No dije nada más. Tampoco tenía ni idea que decir a una mujer tan misteriosa.
Su mano se entrelazó con la mía, supuse que era un gesto para apoyarse para andar, al ser tan mayor, pero mi cabeza no me decía eso. No le quise dar más importancia así que seguí caminando junto a Rose, a paso bastante lento, hasta nuestra habitación.

Tema: Re: Junto a la orilla... Sáb 03 Jul 2010, 05:35

Esto no esta bien, y ambos lo sabíamos. Pero por una parte yo también sentía curiosidad, por saber si realmente sabía algo, o si, solo era una confusión. Esperaba con todas mis fuerzas que fuera la segunda opción.
Lleguemos a nuestra habitación. Todo estaba perfectamente, las camas estaban hechas y eso que aún no había llegado la asistenta. Esperé que aquella anciana no se percatará de ese detalle. La anciana se sentó en uno de los sillones, que había junto a la cama mas cercana a la terraza. Y Emmett y yo nos sentemos en el borde de aquella misma cama. Ella empezó a hablar.
Soy Margaret. Margaret McCarty Clears.Pero...Pero eso no podía ser. Estaba dando a entender que...En ese momento ella irrumpió en mis pensamientos aclarando mis ideas. Si, soy tu hija. No se como ni porque...pero... Afirmó observando a Emmett ¿Estas segura? Pregunté, intentando buscar algo a lo que agarrarme, y alejarme de esa idea. Ni siquiera me fijé en la reacción de Emmett, no podía fijarme en nada. Me sentía sumergida, lejos de mi. Si, estoy segura. Mi madre siempre me habló de él como mi padre, y... Me levanté en un intento de huir, y no escuchar nada mas. Todo esto era demasiado. Me dirigí hacia la terraza, por un momento pensé que me haría falta ese aire. ¿Porque el mundo siempre intentaba herirme, buscando mis puntos mas débiles? Por fin la persona que mas quería tenía lo único que yo nunca le podría dar.
Por un momento llegué a creer que en cualquier momento las lágrimas se apoderarían de mi, pero eso nunca volvería a pasar...

Tema: Re: Junto a la orilla... Dom 04 Jul 2010, 08:53

Sabía lo que estaba pensando. Ella era una anciana. Yo aparentaba 20 años. ¿Cómo le iba a explicar eso? Eso sin hablar del detalle de que yo era padre... No podía ser. Pero...
En ese momento comencé a recordar conversaciones lejanas y ya borrosas con mi ex esposa, Amy.
<< ¿Por qué no quieres ser padre? Murmuró Amy con voz dulce mientras se balanceaba en un columpio oxidado del parque de Tennessee. Yo la observaba apoyado en una de las barras desquebrajadas del columpio.
Somos jovenes, cielo. Tal vez cuando tengamos 30 años...
Ella me observó con los ojos abiertos como platos y yo no pude evitar carcajearme.
Está bien, está bien, un niño... ¿Pero como le llamaríamos?
Ella me miró con una sonrisa y después desvió la mirada al suelo pensativa.
Si fuera niño... Emmett. Yo la miré y me reí pero parecía que iba en serio... no era tan mala idea. Y si fuera niña... Margaret.
¿Margaret? Le pregunté extrañado.
Ella se levantó y se acercó a mi rodeándome con las manos por el cuello y me susurró...
De pequeña siempre decía que me llamaba así. Su sonrisa desapareció y su mirada se volvió mucho más dulce y cálida, unimos nuestros labios una vez más... Era tan sencillo ser feliz... >>
Resoplé después de aquel recuerdo tan estremecedor y tan cálido que tenía guardado ya muy dentro.
La anciana me miró intentando adivinar en que estaba pensando y yo desvié la mirada buscando a Rosalie.
Rose se acercó lentamente y se sentó de nuevo a mi lado pensativa.
Muy bien. Cuéntanoslo todo. Para empezar, ¿que haces en África?
¿Por qué estás vivo? Preguntó ágilmente la anciana.
Me quedé rígido intentando pensar algo pero no se me ocurría nada, miré a Rose desesperadamente en busca de alguna idea por su parte... ¿Le contaríamos la verdad?

Tema: Re: Junto a la orilla... Dom 04 Jul 2010, 12:01

Volví en un intento de despertar de una pesadilla. Pero no...todo seguía en su sitio.
Volví a mi lugar ausente, absorta en mis pensamientos. Siempre quiero olvidarme de algunos pensamientos, pero ellos siempre volvían a mi.
Recordaba el día que encontré a Emmett, no pensé en todo lo que había detrás de él. En su familia...En todo lo que el tenía, estuve ciega, fui egoísta por alguna extraña razón. Y ahora que sabía la verdad...todo lo que le había arrebatado... Algo cambió dentro de mi. Quise volver a atrás y remover todo en un intentó de haber hecho algo mas por él, por haberle salvado y haberle devuelto con su familia. Pero recordé el estado en que lo encontré...No...No había otra solución.
Entonces escuché como un eco, un suave eco. <<¿Por qué estás vivo?>> Eso me hizo volver a la realidad.
Tenía la necesidad de desahogarme y contarle gran parte de la verdad.
La analice antes de responder, tendría unos ochenta y tantos años, y era su supuesta hija, tenía que saber algo...¿No?
Bueno...Nosotros por algún extraño motivo que ya habrás notado... No somos como usted. Somos...inmortales. No rejuvenecemos. Le expliqué. Lo de los vampiros preferí ahorrármelo, esperando que no quisiese saber mucho mas. Siento todo esto. Lo habrás tenido que pasar mal, creciendo sin un padre. Solté sin pensar. Me sentía culpable de haberle quitado eso de alguna manera.

Tema: Re: Junto a la orilla... Vie 09 Jul 2010, 07:00

Miré fijamente a Rose, ¿ella apoyaba a esa desconocida? No podía... No podía ser mi hija.
Cerré los ojos con fuerza y intenté desaparecer de ahí pero no era posible. <<No tendríamos de haber venido a África>> Me repetí.
Esta bien, el padre ha podido ser cualquiera... Margaret me miró despiadadamente. Estaba claro que no tenía sentido eso. Por aquel entonces los humanos éramos fieles, sobretodo si estábamos a punto de casarnos...
Era mi hija. ¿Yo tenía una hija? Aún no me lo podía creer.
¿Por qué me buscas? Pregunté sin pensarlo.
Yo no te buscaba. Estaba aquí por otros motivos.
No dijo nada más, y me daba la impresión que aunque preguntara no me contestaría. Entonces, ¿Qué quieres? ¿Los regalos de navidad que te debo? Murmuré con sarcasmo. Me estaba comportando como un imbécil.... pero ¡yo no quería ser padre! Nunca lo quise.
Margaret me miró con desprecio, pero tras esa mascara vi la tristeza que ocultaba y el dolor que le causaban mis palabras.
Rose me miró incrédula pero no dijo nada.
Lo siento... Esto... esto es demasiado para mi. Gruñí mientras me apoyaba sobre la mesa, no me había dado cuenta de que había dejado la marca de mi mano así que tuve que borrarlo disimuladamente.
¿Qué te crees que para mi no lo es? Mi padre tiene el aspecto de tener 20 años y yo tengo 86 años. ¿Eso es normal?
No dije nada. No valía la pena. No podía explicarlo.
Pero... es cierto que quiero algo a cambio de guardar vuestro secreto. Yo me quedé perplejo mirándola fijamente.
¡Qué que! Esto era pasarse, si quería dinero, no me importaba se lo daría.
Quiero que vivas conmigo como mi padre hasta que muera... no quiero vivir sola y menos sabiendo que tengo un padre... Mi madre me dijo que nunca me cansase de buscarte, que tu eras buena persona y lo comprenderías. Antes de que ella... bueno... el último nombre que mencionó fue el tuyo... Nunca te olvidó... Jamás.
Margaret miró directamente a Rose que esas palabras la destrozaron. ¿Quería que me quedara como padre cuanto? ¿20 años más? ¡No!
Miré con cara de pánico a Rose pero ella estaba exactamente igual que yo.
No puedo... Susurré pero la anciana me cortó de nuevo. ¿Qué podía hacer? Imaginé el rostro de Amy antes de morir diciendo mi nombre como último deseo... Me estremecí no podía ni hablar. Rose se dio cuenta pero bajó la mirada...