Aunque en el fondo la quiera... por fuera la odio!!

Cantidad de envíos : 4 Fecha de inscripción : 25/04/2010

Conducí despacio, hasta la casa que había comprado hacía unas pocas horas y por poquisímo dinero.
Amber resoplaba en el asiento del copiloto, llevaba fatal eso de seguir siendo la hermana pequeña...
Mientras tanto yo me entretenía mirando dentro de su cabeza, a lo mejor le pasaba algo grave... pero tratandose de Amb no me sorprendería.
<< ¿Por qué ha tenido que venir ella para joderme? ¿Por qué? Con lo bien que tenía planeado todo...arg!!. >>
¿En qué estaba pensando? ¿De qué plan pensaba? Tendría que averiguar algo como fuese.
En ese momento nuestras miradas se cruzaron, quizás fue intuición de hermanas, o simplemente casualidad, pero de cualquier forma, se dió cuenta de lo que yo tramaba.

Ni se te ocurra intervenir, Lily, dejame a mí con esto, aunque solo sea por esta vez...
Pero si ni siquiera sé de qué se trata, Amb!
¿Como quieres que intervega, si ni siquiera me lo cuentas? Y dado que no me lo vas a decir, tengo el doble de razón...
No me vengas con lo de siempre tienes razón, dejame en paz, tú no eres la mayor, casi tenemos 400 años, ¿Me dejarás que me cuidé yo solita o no?
Demonios, siempre tenemos que acabar igual...
Uff. ¿Por qué pagaba conmigo todo lo que le había pasado? Yo no tenía la culpa, pero supongo que ya tenía que estar acostumbrada, siempre me echaba la culpa de todo lo que le rondaba por la cabeza.
Solo quiero que estés bien, como mamá hubiera echo, sé que ya eres lo suficientemente madura... pero todavía creo que fue ayer cuando... cuando mataron a papá y mamá...
Susurré mirando hacía el frente. ¿Podría ver ella que solo lo hacía porque la quería? O al menos en el fondo, muy en el fondo...
<< Mamá, cuando entienda porqué nos abandonaste, te juro, que dejaré de ser tan pesada, pero hasta entonces... seré la persona más insoportable del planeta con Amb... >>
Juré en mi interior mirando hacía arriba, al cielo, ni siquiera se veía el Sol, llovía, aunque ahora habría parado... ja! Todo esto era una pura coincidencia...
Hubo un momento en que se lo pensó mejor y me miró, aturdida por los recuerdos, pero pese a todo contestó a mi pregunta.
Como habrás visto Kim está con Matt, pero todavía no habrás escuchado es que yo lo amo Lily, y te prometo que esta vez es de verdad... creo que tu eres la primera que lo tendría que saber, con todo lo que te ha pasado con Justin...Me miró, se daba cuenta de lo que sufría en silencio cuando me decía ese nombre o cuando simplemente alguien más pensaba de él...Amor imposible. Suspiré. Lo siento, lo siento. Sé que no te gusta que hablemos de él, lo siento, Lily.
Tranquila, tranquila. Estoy bien...
Mentira.
Suspiré otra vez viendo como nuestra casa aparecía en la lejanía, tampoco estaba tan alejada de la casa de los BlackHeart.
Amb se bajó corriendo del coche y se puso a inspeccionarlo todo, como hacía siempre.
Sus expresiones de asombro era todo lo que me hacían falta para descubrir que le gustaba mucho.
Y no era para más... era nuestra pequeña mansión privada!!

Cantidad de envíos : 5 Fecha de inscripción : 21/04/2010

Me tiré en el sofá, encendiendo la televisión.
Apoyé los pies sobre la pequeña mesita de café que había en el salón, mientras veía mi serie favorita, en nuestra fabulosa televisión.
La casa era demasiado, esta vez Lily se había pasado un poco, pero solo un poco, porque me encantaba.
Lily saltó hacía el sofá, cayendo sobre mis brazos, nos reímos y vimos tranquilamente la televisión, como habíamos echo siempre.
Pero un escalofrío, muy inoportuno, hizo que tuviera un malísimo presentimiento..
Pero, ¿Qué era un tonto presentimiento para una vampira como yo? Ja!.
No era absolutamente nada.
Lily ni siquiera se dió cuenta, o por lo menos, no me dijo nada.
Uff! menos mal, así no me tocaría responder a su interrogatorio.

Sonó un móvil.
Enseguida lo reconocí, era el suyo. ¿Quién sino iba a tener una canción como esa?.
Tras unos minutos hablando, Lily me dijo que iba a dar un paseo con Kim, para recordar viejos tiempo, le repetí una y otra vez que se fuera, que no me importaba en absoluto.
Tras haberla convencido, me quedé sola en esta gran casa, me sentía tan sola y vacía, sin tener a mi lado la alegría de mi hermana...
Suspiré, bueno así sería mejor, podría pensar tranquilamente en mi perfecto plan.
Me reí en silencio. << Por fín, Matt, por fín serás mío. Mío para siempre >>

LLegamos rápidamente y en seguida entré en su mente mientras Alex miraba hacía el suelo, pensativa.
Tal y como yo pensaba, estaba terminando de idear lo que supuestamente era su plan perfecto. Iría a llamar a los Vulturis y luego le entregaría a Kimberly. ¿Cómo podía ser así de... retorcida?. Dios, como odiaba a esa clase de personas...
Alex y yo nos encaminamos hacía la puerta del jardín, la que extrañamente estaba abierta, y entramos en la casa.
Alex la llamó por su nombre, ella bajó a velocidad vampiríca por las escaleras y se paró justo en frente de nosotras.
Podríais haber llamado antes... Iba a salir ahora mismo.
Me tendió la mano, se presentó y yo hice lo mismo.
Una mirada de precaución cruzó por el rostro de Alex, sin que Amber se diese cuenta, eso me permitió saber lo que realmente pretendía hacer.
<< No hagas nada precipitado por ahora, Aisha. Yo me encargo de todo. >>
Asentí ligeramente mientras sonreía. Amber siguió hablando, pero Alex le cortó tan tajante que creí que ni ella misma había seguido su propio consejo.
Sabemos lo que pretendes, Amber. No se porqué no dejas de intentarlo ya, Matt está con Kimberly, se quieren y eso no va a cambiar... nunca.
Pero si decides hacer lo que piensas, no nos quedará otro remedio más que acabar contigo, querida.
Su voz sonaba fría, serena, como alguien que no está amenazando a otra persona.
Sin duda tenía madera de líder...
Pero míralo de este modo: ¿Qué crees que pensaría cuando yo se lo cuente?. Matt se enteraría de todo... Perderías cualquier oportunidad que tuvieses con él...
No era tan buena con el chantaje, que peleando. Pero aún así funcionaría, porque Amber cedería con cualquier cosa, haría lo que fuese por estar con Matt.
Qué absurda...
No llamaré a nadie. Nunca he querido haceros daño a ninguno... Pero ni se te ocurra contarle nada.
Ella asintió con ligereza, mientras daba un paso hacía atrás, para marcharse, pero se paró en seco y volvió a encararse con Amber.
Ah, otra cosa más...
Como se te ocurra ponerle una sola mano encima a alguno de los nuestros, lo lamentarás el resto de tu existencia...
Con estas frías y calculadas palabras, salimos de la casa y corrimos hacía el bosuqe donde ella no nos podría escuchar.
¿Por qué no has seguido el plan?
¿Sabes?. He tenido una fántastica idea.
Verás... si somos más es mucho mejor, aunque solo sean dos, nos serán de utilidad.
Era cierto. No sabía como no se me había ocurrido esa posibilidad. Claro, siempre era mejor luchar con el mismo número de personas, así estaríamos en igualdad de condiciones...
Suena bien. Además, nosotros somos más poderosos, no habrá ningún problema si algo se complica...
Aunque muy bien pensado, Alex.
Soltó una carcajada y señaló hacía su cabeza, como diciendo que todo esta ahí.
Y así era, ella era lista y jugaba muy bien con todas nuestras posibilidades, sin duda si algo salía mal, nosotros no perderíamos...
Corrimos a la playa, para ver si no habíamos llegado demasiado tarde y podríamos arreglar lo sucedido, pero al parecer sí que habíamos llegado demasiado tarde...