Seattle Public Library

Tema: Seattle Public Library Mar 06 Jul 2010, 08:20

Llegué a la biblioteca bastante antes de lo que pensaba, en realidad no era consciente mientras conducía. Había encontrado muchas respuestas, pero esas me abrían nuevas preguntas. Entré por la puerta principal y me dirigí directamente al ordenador que había más alejado de la vista del dependiente, que me miraba asombrado pero no parecía atreverse a venir a decirme nada y eso me tranquilizaba. Encendí el ordenador y comencé a teclear lentamente para no destacar, eso me asqueaba bastante. Yo llevaba mejor que los demás lo de ser vampiros hasta tal punto que prefería mil veces salir al aire libre y no tener que aparentar... humanidad.
Empecé por buscar mis apellidos, que también eran los de mi hermana, y , que casualmente, eran los mismos que los de... Kyle.
Encontré una coincidencia en la red, había una noticia sobre "mi muerte", hablaba de la desesperación de mis padres y la tristeza de mi hermana por la tragedia de mi pérdida. Junto a la noticia había una foto adjunta. Era una fotografía de familia. Salíamos los cuatro, en una imagen en blanco y negro, con nuestros vestidos de época, que en realidad me seguían gustando, en una casa antigua que me resultaba muy familiar. Inmediatamente imprimí la noticia y la observé detenidamente.
<<No puede ser >> Me dije a mi misma en un débil susurro de incredulidad.
En la parte inferior de la fotografía aparecía el nombre del "fotógrafo": Kyle Brandon.
Ahora si que no tenía sentido.
¿Kyle era el fotógrafo de la familia? Era una foto familiar, por lo tanto debería salir él también si realmente era mi hermano, pero ¿por qué no aparecía? y ¿por qué aparecía como fotógrafo si el estaba a punto de casarse conmigo? y lo más importante, ¿Por qué teníamos tantos secretos ocultos?
Suspiré y cerré los ojos apoyando mi rostro entre mis manos. Era demasiado para mi. A Jazz siempre se le daba mejor esto de averiguar cosas, tenía muchos contactos... Medité en contratar un buen detective, pero ¿qué iba a averiguar que no supiera ya yo? Además no era un tema que pudiese explicar a nadie. Necesitaba contárselo a alguien, pero ¿A quién?
Carlisle... él solo me daría su apoyo pero no podría hacer nada. Edward... demasiado lejos. No podía ni llamarle. Y... ¿Bella? Para desahogarme... ¡No! No podía hacerlo. Y tampoco quería preocupar a Rose, Esme o Emm.
Sentía que la cabeza me iba a estallar, hasta me sentí... mareada. Un anciano se acercó a preguntarme como estaba, apoyó su mano en mi hombro pero el contacto frío de nuestra piel le advirtió y se alejó de nuevo.
Estuve así un buen rato, sin pensar en nada hasta que al fin decidí que era mejor que regresara a casa. Necesitaba a Jasper más que nunca.
Cogí la hoja y me la metí en el bolsillo del pantalón, borré el historial del ordenador, lo apagué y me alejé por la puerta, pero justo cuando iba a salir me di cuenta de que... hacía sol. Un sol espléndido y luminoso, demasiado para atravesar toda la calle hasta el coche. Si hubiera aparcado en frente del edificio...
Era demasiado temprano, y no podía quedarme aquí todo el día por que al medio día cerraban la biblioteca y tendría que salir a la luz del sol. El dependiente me miraba esperando a que decidiera que hacer, me había paralizado en la puerta del centro sin dar ni un paso, y eso no era un comportamiento humano. Decidí aparentar que se me había olvidado algo, fui a la parte más alejada de la biblioteca fuera de la vista del hombre, y encendí el móvil para llamar a Jazz. Él descolgó al instante.
Jasper, tienes que ayudarme. Susurré para no llamar la atención. Hace demasiado sol y no puedo salir de la biblioteca... Jasper enseguida asintió y me dijo que vendría a buscarme. Escuché como encendía el motor del coche y se aproximaba a toda prisa. Encima tendría que explicarle como a "alguien que predice el futuro a cada instante" se le había podido olvidar un detalle como la luz solar.
Dame 2 minutos. Murmuró y después colgó.
Esperé calculando cada segundo en mi mente, y justo cuando iba a contar 120 segundos alguien me abrazó por detrás.
Mi héroe... Dije en tono dulce, como en las películas y después nos reímos. Una señora nos chistó para que no gritaramos. Los dos caminamos lentamente hacia la puerta y después salimos disparados cada uno hacía los asientos del coche. <<Espero que no hayamos llamado la atención, soy tonta. Podría haber estropeado todo si no fuera por Jazz >>.
Una vez dentro del coche, arrancó el motor y aparcó justo al lado del Volvo de Edward. Estábamos en un callejón y no había apenas gente, pero el sol daba directamente en esta zona, y no podíamos arriesgarnos a los ojos de cualquier humano cotilla.
Apagó el motor y se relajó tumbándose y mirando directamente hacia a mi.
Yo desvié la mirada hacia nuestras manos unidas y pensé en la idea de contárselo todo, ¿se enfadaría conmigo por no contarle antes lo de Kyle?
Esperé silenciosamente a que me preguntara lo que él quería oír, aunque yo ya lo sabía...

Tema: Re: Seattle Public Library Jue 08 Jul 2010, 04:28

Arranqué el mercedes de Carlisle y seguí sus pasos lo más rápido posible, sin que me importase si superaba el límite de velocidad, nunca me había importado, y menos ahora.
Esa llamada me había alertado. ¿Cómo no había previsto Alice que haría Sol?
Llegué a la biblioteca tras esos dos minutos prometidos, contados mentalmente.
Reparé en que no me diese el sol al entrar, eso era justo lo que no necesitaba ahora mismo.
La busqué con la mirada entre tantas estanterías repletas de libros y al fin la encontré, sentada lo más alejada posible de la salida.
La sorprendí por atrás, con un abrazo, y en seguida comenzamos a reírnos. Una señora mayor, de unos sesenta años, nos acalló para que no gritáramos.
Y siguió con lo suyo, pero escuché que decía entre dientes la típica frase: << Estos jóvenes de hoy en día... >> mientras soltaba un suspiro. Me reí, si esa mujer supiese nuestra edad real, seguro que no nos diría nada.
Salimos corriendo en cuanto no estuvimos a la vista de algún humano curioso y en busca de problemas. Cuando nos subimos al coche miré hacía atrás, por si acaso, pero no había nada ni nadie así que no nos habrían visto. Mejor.
Arranqué el coche otra vez y lo dejé al lado del Volvo, sin soltar en ningún momento la mano de Alice, que tenía aferrada con fuerza.
Tragué saliva, aunque no me hiciese falta, ahora no había rastro de risas en nuestros rostros, esto era algo serio, pese a no saber que pasaba, pero intuía que era algo malo.
La miré a los ojos, nuestras miradas ni siquiera se cruzaron, porque ella observaba nuestras manos unidas fijamente.
Entonces mi mano izquierda se alzó hasta su mejilla, le acaricié lentamente, mientras ella cerraba los ojos por mi contacto.
Con un suspiro bajé la mano y comencé a hablar:
No te has llevado ningún libro... Observé pensando en lo que me había dicho antes de salir de casa. << Quiero traerme algunos libros nuevos... >>
Ella no dijo nada, asi que yo continué de nuevo:
¿Sabes lo que significa este anillo? Señalé a mi mano, donde llevaba nuestro anillo de boda, el de nuestra primera boda.
Significa que podrás confiar siempre en mí, por encima de todo y pase lo que pase. Susurré con voz ronca.
Me miró directamente tras mis palabras, aún tenía ese brillo en los ojos que me decía que algo iba mal...
No podía imaginarme siquiera eso tan importante que le habría dicho Aisha sobre su pasado. Pero según lo que estaba sintiendo ahora mismo, debería de ser algo muy confuso para ella.
Le dí un suave apretón en la mano que aún tenía aferrada y susurré:
Cuéntamelo, cariño.

Tema: Re: Seattle Public Library Vie 09 Jul 2010, 04:52

No pude ocultárselo más. Tenía que contárselo, es más, debería habérselo contado en el primer momento que lo supe.
Se que puedo confiar en ti. Susurré mientras observaba ese anillo que tanto significaba para nosotros. Solo... intentaba protegerte de esto.
Al fin, fijé la mirada en los ojos preocupados de Jasper. Hice bien en no mirarle fijamente antes, por que su mirada transmitía tanto... Si me hubiese pedido que se lo contara en el primer momento, no se lo hubiese podido negar. Sus ojos eran tan profundos como su don. Jasper transmitía todos sus sentimientos...
Bueno, ya sabes lo que sucedió en el psiquiátrico. Pero hay más. No sabía por donde empezar ni sabía como se lo iba tomar, y estaba demasiado nerviosa para hurgar en el futuro. Jazz me miró impaciente y yo cogí su mano con fuerza en busca de algún soporte que me mantuviese en pie, y no se notaran los sentimientos que me traía... él.
Verás, hubo alguien que me visitaba mientras yo aún era humana y estaba allí encerrada. Él... él era... él era mi prometido. Clavé la mirada en Jasper para ver que pensaba pero mantenía el rostro rígido intentando ocultarlo todo. Me sentía tan culpable... Ese es el motivo por el que recuerdo tanto el poema de mi libro ¿Recuerdas? Pues, él me lo leía continuamente... Kyle... Kyle sabía que no estaba loca, él confiaba en mi.
Recuerdo... recuerdo que hice un plan de huida con él, me iba a ayudar a salir de ahí. Íbamos a fugarnos juntos. Le prometí que todo saldría bien... y desaparecí de su lado. No encuentro rastro de él, tal vez también le convirtieran, o tal vez lleve un siglo... muerto.
El silencio se hizo mucho más pesado así que creí conveniente hablar de lo otro que había descubierto. Resoplé de nuevo y comencé a hablar:
También me visitaba alguien más. Mi hermana. Se llamaba Cynthia y por lo menos se que se preocupaba por mi, eso es mucho más de lo que esperaba... A Jasper le relajó bastante el cambio de tema pero seguía sin decir ni una sola palabra.
<<Y aún no le he contado la peor parte...>>
El remordimiento me embargó por completo y Jazz se dio cuenta, esperó a que continuase y no pude hacer otra cosa que decírselo.
Él... se llamaba Kyle. Kyle Brandon. Me callé para que entendiese lo que estaba pensando y cuando se dio cuenta me miró con los ojos dilatados de horror.
Lo sé, lo sé... es demasiada coincidencia. Posiblemente... éramos hermanos. Desvié la mirada ya que tenía miedo a encontrarme todo su dolor. Bastante era que los transmitía con su don...
Metí la mano en mi bolsillo y saqué la hoja que había imprimido y se la ofrecí para que valorara por si mismo lo que podría significar. A Jazz se le daban mejor estas cosas...
No se como averiguar lo que sucedió, pero se que tu tienes toda clase de amigos que te deben favores... Y tal vez puedas ayudarme. Sabía que le estaba pidiendo mucho pero estaba desesperada, necesitaba no estar sola en esto, le necesitaba a él.
¿Y si Kyle también tenía alguna clase de don? ¿y si también lo convirtieron a él como hicieron conmigo...? En ese caso... él también me estará buscando.

Tema: Re: Seattle Public Library Miér 14 Jul 2010, 09:22

Me lo tendrías que haber contado antes... Susurré con la voz ronca. Estaba muy preocupado, Alice.
<<Prometido>>. Tan solo una simple palabra que resonó en el interior de mi cabeza durante los segundos que tardó en cambiar de tema. Eso podría explicar muchas cosas, como el por qué de que se acordase tanto de ese poema, estaba claro que si se lo leyó alguien importante para ella, se iba a acordar siempre, sin importar los años que hubiesen pasado.
Después de eso, me costó concentrarme, aunque agradecí que cambiara de tema, por lo menos prefería que me hablase de su hermana antes que de ese tal... Kyle.
Pensaba ayudarla, por supuesto, nunca podría negarle a Alice una cosa así, pero no sería yo el que buscase información sobre Kyle, porque si ella llevaba razón y le habían convertido al igual que a ella, no pensaba ir a su encuentro para que me arrebatase todo lo que yo tenía en esta vida... a ella.
Lo que más me sorprendió de lo que Alice ya sabía, era la coincidencia en sus apellidos, pero era demasiado extraño, puesto que en aquella época las personas que tenían el mismo apellido eran los integrantes de una misma familia.
Tomé la foto entre mis manos y la observé detenidamente, en la esquina inferior aparecía el nombre de Kyle, Kyle Brandon, que debió de ser el fotógrafo. Pero ¿si eran hermanos no debería salir también en la fotografía?
Esto cada vez tenía menos sentido, y ahora llegaba a entender porque Alice había estado últimamente tan confusa.
No hacía falta que utilizara mi don para notar que estaba desesperaba por saber algo más de ella misma y de su pasado.
Alice, no tienes que pedirlo, sabes que siempre voy a estar dispuesto a ayudarte. Murmuré.
Me quedé mirando de nuevo la fotografía, ausente por un momento, mientras pensaba en lo que podríamos hacer para seguir averiguando algo más.
Le devolví la foto, ella la guardó de nuevo en el bolsillo de sus pantalones y continuó observándome fijamente, en busca de alguna reacción por mi parte. Pero yo no iba a hacer nada, o al menos, no por el momento.
Podemos mirar en los registros de... defunciones de ese año, primero, y después a partir de esa información seguir investigando. Tal vez encontremos algo útil...
Ella desvió la mirada hasta el suelo y de repente el ambiente dentro del coche se llenó de indecisión.
Bueno, si quieres lo podemos intentar nosotros, y si no, puedo hacer unas llamadas... Susurré.

Tema: Re: Seattle Public Library Sáb 24 Jul 2010, 03:43

No. És mejor que nos ocupemos nosotros... no quiero poner en peligro a nadie con lo que somos. Murmuré sabiendo que en eso tenía razón. Desvié la mirada hacia la ventanilla del coche y me quedé pensativa.
Jazz. Susurré y inmediatamente le miré. ¿Te has dado cuenta de que últimamente no nos paran de casar cosas... extrañas? Ya no es solo esto, sino lo de Edward... ¿Y nuestra luna de miel en Noruega? Se convirtió en despedazar el cuerpo de la loca de tu ex. Solté un bufido y me carcajeé. Miré a Jasper que me sonreía y inevitablemente yo le devolví la sonrisa, no podía resistirme a él.
Nos merecemos unas largas vacaciones. Refunfuñé mientras me acercaba más a él. Jazz se inclinó hacia mi y junto sus labios con los míos. Eso lo solucionaba todo, no había nada igual que sus besos. No podía ni describirlos. Un anciano se acercó al coche y nos picó en el cristal diciendo algo de que éramos unos degenerados y que estas cosas se hacían en casa, pero al instante se arrepintió de haberse acercado y se alejó refunfuñando. Miré a Jazz divertida y a él parecía que le había gustado que el anciano pensara eso. Cuando el señor se había ido me senté junto encima de Jasper, en el asiento de conductor, y pareció que a Jazz le gustaba la idea.
No te equivoques, solo quiero conducir de vuelta a casa. Dije dulcemente entre risas.
Jazz me cogió por la cintura y me acercó a él, besándome suavemente y acariciándome la mejilla.
Me encantaba que hiciese eso pero no era el lugar más apropiado, sobretodo sabiendo lo brutos que eramos...
¿Me dejas mi sitio, o te echo yo misma? Él me miró frustrado y se rió, pero esta vez me hizo caso y se sentó en el asiento del copiloto dejándome mi sitio libre.
Arranqué el coche y puse el motor al máximo. Tenía ganas de llegar a casa y alejarme de todos los recuerdos que tenía ahora en la mente.