El cambio..

Tema: El cambio.. Mar 14 Sep 2010, 03:00

Alexandra tiró de mí y me metió en el coche. Me costaba mucho respirar, apenas me llegaba el aire a los pulmones. Sentía como si alguien quisiera arrebatarme la poca vida que aún conservaba. No nos fuimos muy lejos, o al menos no mucho para mí, ahora ni siquiera podía ver con claridad, todo se mezclaba jugandome malas pasadas. Me dí cuenta mucho más tarde de lo que pasaba, me iba a morir, lo notaba.
Apenas sentí nada cuando Kimberly se acercó a mí en el coche y apretó sus dientes contra la piel de mi brazo, pero era normal, entonces estaba muerta y solo pensaba en que nadie me había dado la oportunidad, ni siquiera cinco minutos, para despedirme de Eric. <<Maldito corazón, tenías que fallar en este mismo momento, cuando todo parecía que volvía a ser normal en mi vida, quitando el hecho de que mi novio era un vampiro, claro.>> Pero yo ya estaba avisada, apenas me quedaban diez meses de vida la última vez que fui al hospital gracias a otro problema de corazón, pero ya entonces los médicos no confiaban mucho en esos meses de vida, algunos decían que era muchos menos y otros que me quedarían años. Pero al final, había actuado el destino, y aún cuando me quedaban tres meses más, mi cuerpo dejó de luchar y fallecí. Qué irónico, había pensado mil y una cosa para hacer en un asiento trasero de un coche, todas, menos la que me había tocado a mí. Morir.
Sin embargo, volví a sentir que estaba viva, o por lo menos que aún no había muerto, cuando lo escuché, su voz hacía incluso que pudiese abrir los ojos y decirle cuanto lo quería, pero cada vez que lo intentaba una ola de calor me invadía y hacía que enmudeciese. Aunque lo peor fue, cuando quise pronunciar su nombre, y un dolor incontrolable atravesó todo mi cuerpo, haciendo que me encogiese en donde quiera que estuviese tumbada.
Esta sensación era la peor que había sentido en mi vida, y quería que acabase, deseaba con todas mis fuerzas estar muerta antes de seguir sintiendo esto. Pedí a gritos que me matara, pero no obtuve respuesta, o al menos no llegó a mis oídos.
Tan solo noté como alguien me tomaba de la mano y se la llevaba a los labios para besarla con delicadeza, o a lo mejor era mi imaginación que ya me jugaba malas pasadas...
Yo tan solo podía sentir dolor y más dolor y nada más deseaba que esto acabase de una vez por todas...

Cantidad de envíos : 15 Fecha de inscripción : 20/03/2010

Sabía que algo no iba bien, que me estaban ocultando la verdad. Pero fue demasiado, incluso para mí, cuando la vi en brazos de Matt, camino de convertirse en lo que yo era, algo que ella no hubiese querido jamás. No podía creerlo, es más, aun no me lo creía cuando sostuve su rostro entre mis manos y me preguntaba el porqué. ¿Es qué realmente mis hermanas eran tan egoístas para hacerle eso a Elizabeth? Ella me miraba, pero a la vez no lo hacía, tenía la vista perdida y entonces recordé que en estos tres días, no se sentía otra cosa nada más que dolor. Le acaricié el rostro, mientras ella se quejaba. Decidí llevármela de aquí, no haríamos nada bueno si yo empezaba a enfrentarme con Alex así como así. No iba a empezar ninguna pelea con Elizabeth en brazos, era una completa insensatez, porque ya no me fiaba de Alex, ya no me fiaba de nadie, y no sabía de que era capaz. Subí hasta el piso de arriba y me encerré en mi habitación. Tumbé a Elizabeth en la cama y yo me senté con las piernas cruzadas en el suelo, junto a la cabecera de la cama. Cogí su mano entre las mías, la sujeté con fuerza y recé para que todo fuera bien, porque aunque no sabía de ningún humano que cuando lo hubieran mordido no hubiera soportado el cambio, siempre quedaba esa pequeña posibilidad delante de nosotros y me costaba admitir que a lo mejor no iba a poder sobrevivir por culpa de... de... Apreté los dientes y me obligué calmarme, el daño ya estaba hecho así que ya no había remedio, no tenía que empezar una pelea y menos siendo un minoría bastante clara.
Yo contra... todos, menuda locura, pero si tenía que hacerlo no me lo iba a pensar dos veces, después de ver lo que eran capaces de hacer mis dos hermanas, nada conseguía detenerme ya.
Elizabeth susurró mi nombre, tan bajo que parecía que hubiese recobrado el sentido y me estuviese llamando, pero no era así, volví la cabeza hacía sus ojos, estaban completamente cerrados mientras su cuerpo se movía contra la cama, haciéndola temblar.
Afuera el tiempo empezaba a cambiar, las nubes oscurecían el cielo y empezaba a caer el primer aguacero del mes. Suspiré volviendo el rostro hacía el de Elizabeth, le dí un suave beso en la mejilla y esperé, esperé demasiado hasta que todo terminó unos días más tarde...

Tema: Re: El cambio.. Dom 14 Nov 2010, 10:53

Me desperté mucho antes de escuchar el rugido de un coche contra el silencio de la habitación donde me encontraba. ¿Desde cuando podía yo escuchar el motor de un coche? Sentía demasiadas emociones juntas como para centrarme en una concreta. Miedo, dolor, amor. ¿Eric? ¿Sabría él lo que estaba pasando? ¿Sabría él que lo seguía amando como siempre?
Traté de abrir los ojos, pero no lo conseguía. ¿Y si estaba muerta? ¿Y si no había aprovechado del todo esos momentos únicos con él? ¿Era ya demasiado tarde?
Luché contra mis parpados cerrados, pero era imposible, era como si una fuerza imaginaria me obligase a mantenerlos cerrados.
-¿Elizabeth?, por favor, abre los ojos, estoy aquí, contigo. Escuchaba a Eric y necesitaba hablar con él, pero ni siquiera mis labios me pertenecían, era como estar muerta y escuchar como la persona a la que amas, está intentado que regreses junto a él. De pronto sentí una quemazón en la garganta, que me impedía hablar. Era demasiado, si esto era estar muriéndose, preferiría una muerte más rápida, que escuchar a Eric pidiéndome perdón. ¿Perdón? ¿Por qué? Tenía demasiadas preguntas y dudas, como para morirme ahora. No podía estar pasando esto, no, ahora no. Sentí su boca sobre mis labios, sentí a la vez su sufrimiento y su pesar y luché contra todo eso para decirle que estaba bien, que no pasaba nada. Luché.

Cantidad de envíos : 15 Fecha de inscripción : 20/03/2010

259 200 segundos, 4320 minutos. En total tres horribles días, al lado de Elizabeth, que se consumía mientras elegía entre la vida o la muerte. Tres días, en los que ni Alexandra ni Kimberly habían pisado esta casa y preferiría que siguiese así para siempre. Tres días, en los que ni Matt ni siquiera Justin se habían acercado a mi habitación para preguntar por ella. En estos momentos eran los que de verdad contaba tu familia, y dejaban de lado todos nuestros problemas. En estos momentos, eran los que de verdad se notaban como era mi familia, si es que se podía llamar así. ¿Una familia? Familia, ese significado nunca había estado presente para ellos, y total, jamás íbamos a ser una. Suspiré y cogí la muñeca de Elizabeth. Cinco pulsaciones por minuto, eran muy pocas, estaba al borde del abismo. Pero todo cambio cuando noté que sus dedos se apretaron contra mi mano y que luchaba por abrir los ojos. Besé sus labios, sus mejillas, no sabía que hacer, tantos siglos como vampiro y apenas sabía que hacer en un cambio hacía mi propia especia. Era irónico.
-Vamos, Elizabeth, no estás sola. Abre los ojos. Lentamente, como si de ese movimiento no dependiese toda mi existencia, abrió los ojos, y me contempló con su nueva vida, la vida que seguramente me echaría en cara durante toda la eternidad.

Tema: Re: El cambio.. Dom 14 Nov 2010, 11:34

Me incorporé poco a poco y me quedé prendida de su mirada como nunca antes me había pasado. Observaba todo de una manera diferente, como si hubiese visto la luz del sol por vez primera. Como si nunca hubiese visto sus ojos, como si su voz no me hubiese nunca despertado de un mal sueño, como si todo lo vivido estuviese de más.
-Eric.-Quería llorar de emoción, pero de mis ojos no se derramaban las lágrimas. ¿Qué pasaba? Apenas entraban los últimos rayos del sol por la ventana, los únicos que necesitaba para darme cuenta de que ocurría. Pasé la mano por delante de mis ojos, con miedo de que si bajaba la vista Eric desapareciese. Mi mano brillaba como recordaba que el cuerpo de Eric brillaba a la luz del sol.
-¿Soy… soy como tú?- Pregunté aún sabiendo la respuesta. Él asintió mientras se subía a la cama y al ver en mi rostro una mezcla de horro y sorpresa, me enterró en sus brazos y dejó que me calmase. Sollocé, las lágrimas nunca regresarían a mi rostro, lo único que me quedaba era eso. Me calmé cuando pasaron unos minutos y rodeé el cuello de Eric.
-Tú no me lo has hecho, ¿verdad? Por eso estás así. De pronto un sexto sentido me dijo aquellas palabras, y no tuve más remedio que decirlas en vos alta. Él calló y solamente me miró en silencio.
-Eric, no te preocupes, no ha sido tu culpa, lo único que necesito es tenerte a mi lado, me da igual donde y como sea. Eric se acercó hacía mí lentamente y yo recorrí esos pocos centímetros, deseando juntar de nuevo nuestros labios y que le quedase claro, que lo único que necesita para vivir, del modo que fuese, era a él.