Presiento algo malo, realmente malo

Tema: Presiento algo malo, realmente malo Dom 14 Nov 2010, 12:35

Caminé durante días, y apenas me importó que la lluvia me calase toda la ropa, tampoco era que me hubiese dado mucha cuenta de eso antes, lo hice cuando ví que mi rastro era húmedo, cosa que no me convenía, porque así tardarían menos en encontrarme, cosa que no quería.
A mi parecer, crucé la frontera y regresé en tan solo unas horas, estaba probando mi velocidad. Que bien se estaba sin nadie al lado que pudiese decirte que todo lo que hacías estaba mal, aunque echaba demasiado de menos a Justin, podría esperar durante un par de días más.
Al tercer día, la conciencia me estaba matando, estaba muy preocupada por Elizabeth y por Kim, que tampoco había dado señales de vida los últimios días, al igual que yo. Pero no podía hacer nada, había aflorado en mí un orgullo que creía extinguido y no iba a ser ahora cuando no le iba a hacer caso.
Merodeé por los alrededores de casa, pero apenas se escuchaba ni veía nada, ni siquiera un murmullo ni un lamento.
Suspiré, rogando que nadie se hubiera enterado de esta pequeña visita y pensé en que sería bueno seguir el rastro de Kim, que a lo mejor se hubiese borrado por la lluvia. Pero como no se perdía anda por intentarlo, seguí su aroma hasta el interior del bosque.
Al parecer también había dado unas vueltas para tratar de despistar a quien fuera que quisiese encontrarla, pero como yo la conocía también volví al punto de partida y la ví andando de un lado para otro, con la capucha de la sudadera puesta y de espaldas a mí.
Has tardado mucho en encontrarme, creía que tus dotes de rastreadora funcionarían mejor.
¿A caso a ella no le remordía la conciencia por lo que habíamos hecho? Y más ella, que fue quien tuvo el valor para salvarla.
Aún no se había dado la vuelta cuando susurró:
¿Crees que estará bien? Me siento fatal. ¿Crees que Matt me perdonará? Y ahí estaba presente la poca conciencia de mi hermana. Aplausos. ¿Pero que más se le podía pedir? Suspiré y me senté en la primera rama que ví.
No lo sé. Pero Kim, tú no estabas cuando Eric me miró. Te juro, que no lo voy a olvidar nunca. Me dijo que me odiaba, Kim, y esa mirada... Dios, no sé que sería peor. Si lo que hicimos o lo que no hicimos. Resoplé, si no fuera vampiro juraría que la cabeza me iba a estallar.
Kim se volvió hacía mí, pequeñas gotas le caían desde el pelo hacía la camiseta, parecía que a su ropa le quedaba tan poco remedio como a la mía.
Tranquila, nos perdonará. Dijo mie daba más vueltas sobre el tronco de un árbol que parecía que se había caído recientemente. ¿Cómo podía jugar ahora?
¿Lo dices por tí, no? Porque si alguna vez me escuchases, te he dicho que me odia. Qué le da igual lo que me pase, Kim ¿Lo entiendes? No quiere saber nada de mí, mi propio hermano... Grité.