Matt Strasser
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| Tema: Solo te digo... que te quiero Dom 25 Abr 2010, 12:12 | |
| Caminamos durante un buen rato hasta llegar a casa, en silecio, pero no era incómodo, se estaba bien, ya que estábamos abrazados, con una mano sobre su cintura, mientras la observaba, feliz, alegre, de tenerla para mí, para mí solo... Abrí la puerta, Amber fue la primera en recibirnos, su rostro cambió enseguida, de estar contenta, a no mostrar ninguna reacción, aunque Kim y yo sabíamos perfectamente lo que sentía: Celos. Alex, que tonta podía llegar a ser, se había preocupado tanto por Kim, ella le dijo que no pasaba nada, que si había sido así de dramática toda su vida y Alex a eso le contestó con un abrazo, viendo que estaba sana y salva y conmigo... Luego me abrazó a mí, y me susurró al oído que como volviese a hacerla sufrir me las vería con ella. Yo también te quiero, Alex. Susurré mientras ella soltaba una carcajada. Estaba bromeando, ¿o no?. Eso me hizo que pensar, hasta que se me ocurrió una idea, bueno quizás, no era mía, puesto que se le había ocurrido a Kim. Le cogí de la mano y la empujé para que subiera las escaleras... Tú y yo, tenemos algo pendiente. Ella rió y subimos, divertidos, a nuestra habitación. Rápidamente fuimos a nuestro baño y nos metimos en la bañera. Me gustaban demasiado estos baños compartidos... Me acerqué a ella, besándola tranquilamente, sin que nadie nos molestara, porque no me había olvidado de echar el pestillo y le susurré en el oído: Tonta... Me reí, dejando que no contestase, porque le había vuelto a besar. Y... ¿Por qué?. Por pensar que no te quería... Tonta. Volví a repetir, sonriendo. Sí... tonta. Protestó ella sin dejar de besarme. No sé por qué te quiero tanto... Ahh...¿Pero es cierto que me quieres? Curiosa, ahora, me miraba de reojo, mientras yo acariciaba su cuello, besándola y a la vez sonríendo. Sí. ¿Me creería alguna vez? ¿O hacía falta que se lo repitiera, para que al fín me creyese? Yo no estoy tan segura... Dejó la frase más o menos en el aire, mientras que yo le besaba en el cuello dulcemente. Pregunté el porqué sin dejar de besarla. Ahora que estábamos juntos no podía separarme de ella, era como si me costase demasiado y ni lo intentaba si quiera... Percepciones. Percepciones. Me reí. Solo a ella se le ocurriría algo así. Solo a ella... Eres lo mejor que me ha pasado en esta vida... Dí mejor existencia. Me corrigió ella. Y con unas pocas frases, terminamos besándonos, dejandonos llevar, en la espaciosa bañera, mientras que las horas pasaban... |
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