Dulces recuerdos

Cantidad de envíos : 4 Fecha de inscripción : 25/04/2010

Nos sentamos en el troco de un árbol, varado en la arena, casi junto a la orilla.
Observé durante mucho tiempo el mar mientras Kim me contaba todo lo que había ocurrido entre ella y Matt.
Se lo pensaba contar todo a Amber, aunque no le hiciese ninguna gracia.
Nos reímos de aquellos viejos tiempos, que ni siquiera existían los móviles, y pensar que ahora mismo nosotras dos teníamos mucho más en común con este siglo, que con el nuestro propio...
También yo le conté todo lo que había echo durante tantísimo tiempo, ocultando sobre todo la parte, en la que no dejaba de pensar en Justin, ni dejaría de pensar en él, aunque eso sería un triste secreto que ni siquiera podía revelar a mí mejor amiga...
Los segundos pasaron, también los minutos y las horas, me estaba divirtiendo mucho, pero nos teníamos que marchar ya, aunque si por nosotras fuera seguiriamos hablando toda la eternidad... pero no podía ser, tenía que volver a casa con la antipatíca de mi hermana...
Por cierto, ¿Qué estaría haciendo ahora? Me entró demasiada curiosisdad, así que me concentré y le leí el pensamiento desde aquí...
<< Querida Kimberly, te vas a llevar una trágica sorpresa cuando veas a los Vulturis aparecer en tu propia casa...
Los llamaré en un momento, en cuanto averigüe de donde proceden esos misteriosos pasos del jardín...
Espero que todo salga a la perfección... >>
Dios. ¿Pero en que diablos estaba metida Amb? Miré a Kimberly, me sonreía, pero ella no odiaba a Amb ni nada por estilo, así que sería algo relacionado con... Amber y Matt, por supuesto.
Amb iba a llamar a los Vulturis y matarían a Kimberly.
Pero si yo ayudaba a mi hermana ahora, sería todo mucho más fácil, ¿No?.
De todas las maneras que lograba pensar, ella acabaría muerta, asi que, ¿Por qué no acabar yo misma con Kim?
Ella se levantó precipitadamente, como si por alguna razón escuchara mis pensamientos, se volvió para despedirse, no le dió tiempo de reaccionar, salté velozmente sobre ella, cayendo en la arena y empezando lo que sería una lucha contra mi mejos amiga de vida o muerte... era increíble lo que yo era capaz de hacer por una hermana consentida e inmadura...

Cantidad de envíos : 12 Fecha de inscripción : 22/03/2010

Justin corrió a por Lily, no sabía como pero siempre se habían llevado bien y creía que lo mejor es que hiciera lo que tuviese que hacer él y no yo, que tenía que empezar a preocuparme seriamente por Kim, en vez de hacer otras cosas...
Estaba tendida en la arena, maldiciendo en voz baja, pero acariciandose dolorosamente el brazo. La había mordido...
Practicamente me tiré encima de ella, y le besé mientras escuchaba la conversación entre Justin y Lily.
¿Estás bien? ¿Te duele mucho, cariño?
No le deje contestarme, seguí besandola, sin ni siquiera respirar, ¿Para qué?, de todas formas no lo necesitaba.
Justin se aclaró la garganta y susurró desde detrás de nosotros.
Venga chicos, si no pensaís ayudarme, será mejor que os vayáis a un motel...
Él y su humor. Siempre igual...
Me puse de nuevo en pie, con Kimberly a mi lado y miré a Lily. ¿De verdad había echo todo esto por su hermana, la que dudaba mucho que la quisiese cerca de ella?
Ella intentaba escapar, pero Justin la tenía totalmente paralizada, ella no opuso más resistencia, sabía lo que le iba a ocurrir, pero antes quería averiguar algo...
¿Por qué has echo esto, Lily?.
Lo sabes de sobra, Matt.
El viento soplaba con furia a nuestro alrededor, trayendonos la fragancia del bosque y un aroma que todos conocíamos muy bien... ¿Les habría ido bien a ellas?
Aunque todos sabíamos porqué lo había echo, incluida Kimberly, ella abrió la boca para contestarme, pero las palabras se le quedaron trabadas y Alex lo hizo por ella:
Porque sin duda era un buena idea, así tu hermana vería algo más en ti, que ser simplemente un estorbo, así Amber vería que le puedes ser útil.
¿No es cierto, Lily?
Ella asintió solemnemente mienrtas observaba con cautela los pasos de Alex, que se acercaban hacia ella, Aisha también le vigilaba de cerca.
Sueltala, Justin.
Esto debería ser una broma, pero nadie se reía, la mirada de Justin se cruzó con la nuestra, me encogí de hombros en respuesta mientras él la soltaba.
Parecía que Lily estaba mucho más sorprendida que todos nosotros.
Sabes perfectamente que podríamos matarte ahora mismo. Sin embargo no vamos a hacerlo.
Creo que será mejor para todos si estás viva, al igual que tu hermana...
Oh, bien, perfecto. No había matado a Amber, tendría que soportar sus miles de intentos otra maldita vez. ¿Se cansaría alguna vez o no?.
Tu hermana te contará lo que debas saber.
Pero te advierto, que si vuelves a acercarte a alguno de los nuestros, juro que yo misma te mataré.
Puedes irte, querida.
La última frase sonó como si minutos antes no estuviese amenazandola. Sin duda cuando se cabreaba era mejor no estar en su camino solo por si acaso.
Lily se fue, con paso ligero, hasta que se perdió entre los árboles. Yo solté una carcajada, todos me miraron atónitos.
Vale, vale. ¿Te has vuelto loca?.
O quizás, ¿Se te ha ido la cabeza?
Te has dado un golpe contra un árbol y te ha afectado, ¿No?.
Matt no digas tonterías, no estoy loca, ni nada parecido.
Solo he tenido una buena idea, eso es todo.
Justin estuvo en cuestión de segundos a su lado y susurró:
Sabes que yo te apoyo en todo, cariño, pero...
Seremos más si contamos con ellas dos.
Nos vendrán bien, solo por si acaso, yo me encargo de que nos ayuden en caso de que... se complique algo.
¿Qué? ¿Es una buena idea o no?.
Meditamos en silencio, Alex sonreía a Aisha y ella le devolvió la sonrisa.
No era mala idea, pero había que procurar que Amber y Lily no nos traicionaran... otra vez. ¿Cómo habría conseguido Alex hacer eso?.
Me dió que pensar hasta que Kimberly, rompió el silencio:
Bueno, si nos traicionan, no hace falta que tu las mates, yo me las cargaré, a la dos.
Por ver quien las mataban, no había problemas , todos estabámos de acuerdo en quien era la persona más idónea para acabar con ellas.
¿Sabéis? Yo estoy de acuerdo, no nos vendrían muy mal más ayuda, pero solo por si acaso.Susurré mirando a Alex, ella asintió y luego me sonrió, agradeciendo el apoyo.
Justin, Kim y Aisha hicieron lo mismo. Todos estábamos de acuerdo, así que ya no había más problemas, nos podríamos ir a casa.
Bueno, entonces. ¿Nos podemos ir ya?
Kim se carcajeó. Siempre había sido muy impaciente, no me gustaba quedarme en un mismo lugar mucho tiempo, y este era el caso.
Claro. Vamonos, chicos.
Sonreimos y fuimos hacía el bosque.
Tardamos muy poco en llegar de nuevo a nuestra casa.